Herencia

Los 'tories' pierden la herencia de un millonario demente

El millonario Bane Kostic dejó, al morir, todo su dinero al Partido Conservador británico. Una fortuna de 12 millones de euros para que los tories lucharan "contra las fuerzas del mal" que tratan de dominar el mundo. Pero Kostic estaba loco, como sabía muy bien su familia, a la que ha dado la razón el Alto Tribunal de Londres. La sentencia, dictada el lunes después de un proceso que ha durado seis días, supone la perdida de la mayor herencia recibida nunca por los conservadores, quienes han sido criticados por aceptar el legado de un perturbado.

Kostic había nacido en Belgrado y consiguió su riqueza gracias a los negocios con la industria farmacéutica suiza. Instalado en Gran Bretaña, era un devoto padre de familia, que adoraba a su esposa y a su único hijo, Zoran. En 1983, el millonario comenzó a volverse loco y a ver enemigos por todas partes. Acusó a su mujer de robarle el pasaporte y de serle infiel. La encerró en una habitación durante varios días, le cortó el teléfono para que no pudiera hablar con sus múltiples amantes imaginarios y llenó el cuarto de polvos blancos, para demostrar a los familiares que tomaba cocaína.

'DOCTORA MENGELE'

También se enfrentó con su hermana, a la que llamaba doctora Mengele y señora Medici, por intentar presuntamente envenenarle. De su hijo dijo que había tratado de ahogarle cuando caminaban por la playa de Saint Andrews, en Escocia. Madre, amigos, consejeros, socios, banqueros y colegas fueron también el objeto de su paranoia. La enfermedad le fue diagnosticada, pero el millonario nunca se sometió a tratamiento psiquiátrico porque pensaba que los médicos iban contra él. También creía que estaba siendo perseguido por "una organización satánica liderada por tres mujeres mostruosas".

A Scotland Yard le entregó una lista con los nombres de 100 personas que, según él, habían tratado de acabar con su vida. Fue por esa época cuando Kostic cambió el testamento, del que su hijo era heredero único, a favor de los conservadores y empezó a darles donativos.

CHEQUE A THATCHER

Junto a una carta fechada en 1985, Kostic envió a la entonces primera ministra Margaret Thatcher, un cheque equivalente a 7.200 euros "para luchar contra los malvados demonios y Satanás", porque "es la única persona en el mundo que puede salvarnos de los monstruos bestiales". Aunque la normativa de los tories les impide aceptar donativos de benefactores con dudosa capacidad mental, se embolsaron ese y otros muchos cheques. También se quedaron con la herencia de Kostic, cuando falleció en el 2005, a los 80 años, después de vivir en hoteles y en la cripta de una iglesia serbia, antes de comprar una vivienda en Londres.

La familia Kostic impugnó la herencia, que ahora irá a parar a su hijo Zoran. Este ha lamentado que el partido de David Cameron se aferre a la fortuna y "me haya obligado a mí y a mi familia a acudir a los tribunales para testimoniar sobre asuntos privados que son profundamente dolorosos". Los conservadores no han decidido aún si van a apelar la sentencia.