lunes, abril 21, 2008

Calabozo


Los calabozos de Ceuta, desbordados por las detenciones de 'culeros'

Algo huele mal en la comisaría de Ceuta. O al menos así se desprende de la denuncia hecha pública por la Unión Federal de Policía -UFP- sobre la falta de instalaciones adecuadas para atender a las decenas de culeros que son detenidos y que han llegado a colapsar los calabozos. Los agentes deben esperar a que expulsen las bellotas (pelotas de droga comprimida para ingerir y transportar en el organismo) con hachís sin medios para ello.

Según denuncia el sindicato, ha habido días en los que "se podían contar más de una veintena" de culeros detenidos. "Esta cantidad ha puesto de manifiesto la falta de diligencia y el caso omiso de la Jefatura de Ceuta, que había recibido en más de una ocasión la denuncia de este sindicato sobre la necesidad de habilitar instalaciones adecuadas para este tipo de delincuencia".

El váter instalado no funciona correctamente
UFP llega a definir la situación de "lamentable" e "insoportable". "En una de las dependencias de custodia de detenidos se ha instalado un engendro de váter supuestamente para recuperar de las heces de los detenidos las bellotas. Por supuesto, que ese engendro no funciona correctamente, pero es una genial idea de la Jefatura que ha gastado no se sabe, aún, cuánto dinero del contribuyente", lamenta.

"Los olores de más de veinte personas defecando" convierten la situación en "insoportable" en "unos calabozos faltos de ventilación apropiada. Eso sí, la Jefatura ha surtido de ambientadores a los funcionarios, dos botes: uno de fresa y otro de limón", denuncia irónicamente.
A los funcionarios se les ha dado un bote de detergente para la desinfección de las manos
Los llamados culeros deben ser mantenidos en los calabozos hasta que expulsen las bellotas que sirven de prueba para poder vincularlos con un delito contra la salud pública. El cada vez mayor número de detenidos por esta causa y la falta de instalaciones apropiadas no hacen sino recrudecer la problemática.

"A los funcionarios se les ha dado un bote de detergente Fairi antibacteriano, para la desinfección de las manos. Genial idea o tomadura de pelo. Las mantas y colchonetas de los detenidos están literalmente llenas de mierda, amontonadas en un pasillo. No hay donde almacenarlas", denuncia el sindicato. "Las sustancias recuperadas quedan atascadas en el engendro de váter, por lo que no se puede determinar qué culero ha sido el que las ha defecado", añaden. UFP va a exigir que se adopten medidas por la vía de urgencia para paliar esta situación que considera bochornosa.

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