jueves, diciembre 27, 2007

Orgasmo sincronizado


Orgasmo colectivo sincronizado

Es la propuesta de una pareja de pacifistas estadounidenses

Una pareja de pacifistas de EEUU ha propuesto, por segundo año consecutivo, que se haga literalmente «el amor y no la guerra» y convocó a la población mundial a que hoy tenga un orgasmo conjunto en favor de la paz global. Para Donna Sheehan, de 77 años, y Paul Reffell, de 56, cualquier excusa es buena para luchar por la paz en el mundo, y si además se trata de hacerlo con un orgasmo, mucho mejor.

Por segundo año consecutivo esta pareja de estadounidenses asentados al norte de San Francisco (California) ha organizado lo que llama el «Orgasmo Global Sincronizado por la Paz» que, según sus promotores, debe tener lugar hoy, 22 de diciembre, por ser el día del solsticio de invierno en el hemisferio boreal.

Aunque el momento álgido del solsticio se alcanzó a las 6.08 GMT, los promotores animan a que todo el mundo deje de lado sus quehaceres diarios y tenga un orgasmo en cualquier momento del día, eso sí, siempre «tomando precauciones» y «por la paz mundial».

«La idea es que el mayor número de personas posible combinen la energía física que se desprende durante el orgasmo con la energía espiritual que se necesita para lograr la paz», dijo a Efe Reffell.

«Combinando los dos tipos de energía, crearemos un enorme campo de energía positiva alrededor de la tierra», añadió.

Para Reffell, un orgasmo te da una enorme sensación paz «mientras ocurre y también cuando se acaba» y si muchas personas en el mundo llegan a este estado de clímax al mismo tiempo, toda la energía positiva que se desprenda puede incluso llegar a «cambiar el mundo».

«Si podemos solucionar los problemas de una manera más pacífica en lugar de hacerlo de manera agresiva creo que podríamos cambiar un poco nuestro planeta», dijo el activista.

No es la primera vez que esta pareja se lanza en su segunda juventud a este tipo de propuestas: además de la primera edición en 2006 del «Orgasmo Global Sincronizado», Sheehan había reunido en el año 2002 a 50 mujeres desnudas en una playa, acostadas y formando la palabra «Peace» (Paz).

Más tarde, fundaron juntos el movimiento de protesta «Baring Witness» (Testigos al Desnudo), que actualmente continúa en activo, eso sí, ligeros de ropa, en numerosos lugares del mundo. «Cuando algo realmente importante está pasando en el mundo, toda la gente presta atención y creo que esto puede tener un efecto sobre el campo energético terrestre», explicó Reffell. Su objetivo era lograr un efecto positivo en la energía terrestre por parte del mayor número posible de personas y, según él, su propuesta posee todos los ingredientes para convertirse en popular. «Cuando hablas de sexo, todo el mundo quiere participar», subrayó.

Los promotores, que aseguraron estar listos para aportar su pequeño granito de arena, dijeron que «sería maravilloso si George y Laura Bush se unieran a nuestra iniciativa» y sobre todo, si este orgasmo colectivo pudiera lograr el fin de la guerra de Irak.

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