sábado, mayo 17, 2008
Malabaristas
El «Sí, quiero» de dos malabaristas en un elefante
El animal condujo a la novia hasta el altar.
Los malabaristas del Circo Mundial Rafael de Carlos y Obdulia Gutiérrez han contraído hoy matrimonio de una manera muy especial. Los novios, que son pareja en la vida real y en el Circo Mundial, en el que ambos trabajan desde hace cinco años, contrajeron matrimonio en la propia carpa del circo, a la que la novia llegó montada en una elefanta.
La novia, muy emocionada, hizo esperar, como es tradición, al novio, pero también a los dos paquidermos que la recogieron a las puertas del hotel donde se había alojado, a cuyas puertas aguardaron impacientes su salida poco antes de mediodía.
Obdulia Gutiérrez, vestida con un tradicional traje de novia, se subió sin problemas a la elefanta Susi, que hizo correr al cortejo hasta la carpa, donde la esperaban su novio, muy emocionado, y su amplia familia circense.
La novia, vecina de Tafira Alta y de familia humilde, «jamás» pensó que el día de su boda sería conducida al altar por un elefante ni que el acontecimiento fuera a ocurrir en un circo, y menos en su tierra, pues en los últimos años no ha parado de viajar por «todo el mundo», afirmó.
Al final, su boda se organizó muy deprisa y su familia pensó incluso que se trataba de «una broma», dijo la novia tras bajarse de Susi, a la que no paraba de decirle que era «encantadora» y de asegurarle que ya no se casaría más veces: «Ésta es la única», decía, manteniendo el equilibrio y muy sonriente.
Un trompetista le dio la bienvenida con una bonita serenata, pero el Ave María de Schubert fue la música que acompañó a la pareja hasta el altar, situado en la arena del circo, donde ofició la ceremonia el capellán de Circos y Ferias, José Manuel Rodríguez Alonso, que se trasladó desde Madrid para celebrar su primera boda.
La carpa del circo estaba engalanada de manera especial, pues el espectáculo también lo era, manifestó el director del Circo, José María González, quien indicó que durante toda la noche los compañeros de la pareja se encargaron de decorarla con motivos religiosos.
Desde hace diez años el Circo Mundial no celebraba una boda, señaló González, feliz por el acontecimiento, que concluyó, como no podía ser de otro modo, con un número circense protagonizado por la pareja.
Malabares y flores
Así, los novios emprendieron su viaje nupcial alrededor de la cúpula del circo, a unos diez metros de altura, e hicieron malabares con los ramos de flores, que disfrutaron en esta ocasión los 250 invitados que asistieron a la ceremonia, entre artistas, prensa y familia de los novios.
Como todas las bodas, ésta finalizó con un gran banquete que se celebró en el hall del circo, donde esta tarde tanto los novios como los artistas celebrarán las dos funciones previstas para hoy, que serán muy especiales para Rafael de Carlos y Obdulia Gutiérrez, pues saldrán a la arena como pareja y como matrimonio.
El director del Circo destacó la valía de Rafael de Carlos, quien «tuvo la suerte» de tener uno de los profesores mejores del mundo, el ruso Lev Usachev, y ha logrado un gran prestigio internacional por sus triunfos en numerosos festivales
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