viernes, enero 09, 2009

Moto


Una travesía de cinco años en moto para visitar a un hermano

Un argentino y una alemana recorren más de cuarenta países sobre dos ruedas hasta llegar a Australia.

Algo más de cinco años. Desde diciembre de 2003 hasta enero del 2009. Es el tiempo que el argentino Gustavo Cieslar, de 33 años, y la alemana Elke Pahl, de 32, han pasado sobre dos pequeñas motos y a lo largo de cuarenta países con el objetivo de visitar al hermano del primero, residente en la ciudad australiana de Brisbane.

Gustavo comenzó el viaje el 22 de diciembre del 2003, desde Buenos Aires, con la sencilla intención de pasar unas breves vacaciones de veinte días. Sin embargo, acabó por decantarse por emprender la mayor aventura de su vida, que fue detallando en una web personal.

Después de atravesar toda Sudamérica, llegó a México, y desde el país azteca cruzó hasta España en barco. En Barcelona le esperaba el capítulo más importante de toda su travesía: allí conoció a la alemana Elke Pahl, que abandonó por amor su doctorado y se unió a Gustavo en su periplo a lo largo del globo.

La financiación llegaba gracias a los patrocinadores que encontraban en su camino y a pequeños trabajos que realizaban en Internet. Era necesario, pues los 2.000 dólares con los que el argentino salió de su patria se agotaron a los pocos meses.

Su medio de transporte fueron dos motos de muy pequeña cilindrada, la Yamaha YBR de 125cc. Han utilizado 3.384 litros de gasolina, 13 neumáticos y han tenido que cambiar el aceite 46 veces. Han atravesado una infinidad de tierras europeas (Francia, Bélgica, Alemania, Eslovaquia, Serbia, Grecia...) y asiáticas (Irán, India o Nepal). Y además, infinidad de problemas, como superar varias peleas con asaltantes o pasar el invierno enterrados en la nieve.

Pero su sueño tuvo un final feliz. Nada más llegar el 2009, Gustavo y Elke llegaron a Brisbane, reuniéndose con la familia nuevamente. La madre y la hermana del argentino se desplazaron a Australia para estar presentes en el momento de su llegada.

Y ahora, después de cumplir la hazaña, ya preparan la vuelta a casa. Embarcarán sus motos hacia Brasil y de ahí a Buenos Aires, cerrando un espectacular circuito alrededor del planeta.

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