lunes, septiembre 18, 2006
Guerreros
Un joven obsesionado con los guerreros de terracota se oculta disfrazado entre ellos
EL MÁS HUMANO DE LOS GUERREROS. El joven alemán Pablo Wendel, de 26 años, obsesionado desde la niñez con los guerreros de terracota, se las arregló para eludir la vigilancia policial y saltar al yacimiento donde se agolpan los 2.000 guerreros en el mausoleo del emperador Qinshihuang, en la ciudad norteña de Xian. Tras unos minutos, los policías consiguieron por fin distinguir al guerrero vivo y, tras fracasar en sus demandas de que abandonara la tumba, tuvieron que sacarlo como si fuera una auténtica escultura. "Siempre he soñado con disfrazarme de guerrero de terracota entre los reales", explicó el joven.
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